Me enteré el viernes a la noche, paseando por Corrientes. En una librería descubrí el pilón de libros con mi nombre.
Primera reacción: horror. Respiré hondo. ¿Qué me pasó desde que salió el libro hasta ahora? ¿Qué estuve haciendo todo este tiempo?
Segunda reacción: comparar el mío con otros libros que corrieron igual suerte. Descubrí que estaba bien acompañado.
Llegué a casa y le dije a Nico: "Me saldaron" y él me respondió: Qué bueno, por fin te van a poder leer. En definitiva, tiene razón. Tercera reacción: alegría.
Así que, entre otras muchas cosas, se puede conseguir en Corrientes una historia de un teatro independiente de Buenos Aires (el Payró) escrita con trabajo, admiración y algo de ingenuidad al precio que deberían tener todos los libros.
Primera reacción: horror. Respiré hondo. ¿Qué me pasó desde que salió el libro hasta ahora? ¿Qué estuve haciendo todo este tiempo?
Segunda reacción: comparar el mío con otros libros que corrieron igual suerte. Descubrí que estaba bien acompañado.
Llegué a casa y le dije a Nico: "Me saldaron" y él me respondió: Qué bueno, por fin te van a poder leer. En definitiva, tiene razón. Tercera reacción: alegría.
Así que, entre otras muchas cosas, se puede conseguir en Corrientes una historia de un teatro independiente de Buenos Aires (el Payró) escrita con trabajo, admiración y algo de ingenuidad al precio que deberían tener todos los libros.