martes

Nada peor que un macho amenazado

A veces resulta difícil argumentar la sospecha de machismo. Puede molestarme la misoginia de House, algunos dirán que es la misantropía del personaje que también abarca a las mujeres, yo sospecho que la misoginia excede al personaje y que las mujeres son bastante maltratadas en esa serie. Es dicutible y muchas veces una queda hablando sola.
También resulta difícil lograr consenso. Una nombra palabras como feminismo y la te están gatillando en la cabeza.
Después una lee cosas como éstas, donde el nivel de agresión es directamente proporcional a la falta de ideas y se pasa a otro plano. Ya no es una lectura o un debate de ideas, es el empobrecimiento de nuestro campo intelectual a partir de figuras mediocres y asustadas. Oscar Peyrou devenido cronista se vanagloria de su pobreza intelectual, su falta de talento y su pequeñez de espíritu. Y peor es el editor, paranoico y necio, que publica semejante basura. Dan pena, muchachos. Dan pena.

viernes

el pasado

Hoy en la boletería del teatro me reconoció alguien del pasado. Nos saludamos, me dijo que estoy igual, devolví la gentileza y le conté más o menos en qué ando. No tengo la menor idea de quién es, de dónde me conoce o siquiera cómo se llama.
Cada vez que pienso en el pasado, pienso en olvido. Tantas veces en mi vida me dediqué con fervor a cosas ridículas, faltas de sentido o de propósito... no es que me arrepienta, no, sino más bien la pregunta es cómo fue...
Tal vez es un mecanismo de defensa que me evitaría enfrentarme cara a cara con mi propia estupidez, o tal vez es lo contrario, es el ruido del motor de búsqueda que me hace seguir confiando en que todavía puedo equivocarme mucho.
La obra era sobre el pasado, sobre la década que se cierra este año, la década que debería hacer de mí un adulto y yo sigo pensando ¿cómo pasó?

miércoles

Me publicaron esta nota sobre la Heptalogía de Rafael Spregelburd. Aunque se demoró bastante en salir, siempre está bueno escribir sobre aquello que admiramos.