jueves

ajó

Mi niña empezó a parlotear, heredó seguro el afán comunicativo de su padre. Ahora emite algunos gorjeos y grititos que acabaron con mi firme decisión de evitar el baby-talk. Antes de que me pudiera dar cuenta, ya estaba repitiéndole compulsivamente "ajooo" y esperando su respuesta. Debe haber algo atávico en eso.
Mi abuela me contó que mi papá tardó muchísimo en hablar. Se hacía entender pero no emitía sonido alguno. Los estudios médicos no se hicieron esperar. Audiometrías, consultas con otorrinolaringólogos, fonoudiólogos y lingüistas. Psicólogos, neurólogos y hasta con un astrólogo. La conclusión fue unánime: el nene no habla porque no quiere.
La cosa es que pasaba el tiempo y Aldito no decía nada.
-¿Sabés qué fue lo primero que dijo tu padre?, me preguntó mi abuela reprimiendo la indignación a pesar de los años, "Grimoldi".

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